Desde
hace algunos años la afición por la repostería a nivel doméstico ha crecido
hasta constituir lo que se denomina un “mercado”.
Donde antes sólo había picadoras y batidoras de mano o de inmersión, hoy se
pueden encontrar toda clase de batidoras y robots de cocina con infinidad de
funciones y accesorios. Pero, ¿realmente son imprescindibles? La gran mayoría,
no. Lo que sí hay, como en todo, son utensilios que ayudan y utensilios que no,
máquinas que te hacen el trabajo más fácil y máquinas que, en determinadas
ocasiones, hasta te complican la vida.
A
continuación os dejo una relación de todas las batidoras y robots de cocina que
pueden encontrarse actualmente en el mercado. No se trata de hablar de marcas,
ni de modelos sino de tipos y funciones. Y, por supuesto, todas las
explicaciones están basadas nuestra experiencia y orientadas al uso en
repostería.
Batidor giratorio manual:
es la más antigua de las batidoras empleadas en la cocina. Hay quien dice que
usar un batidor de este tipo es mejor que ir al gimnasio. Todavía hoy en día se
siguen utilizando, sobre todo para batir pequeñas cantidades esporádicamente.
- Lo que me gusta: puedes lavarlo entero en el lavavajillas.
- Lo que no me gusta: cuesta mucho esfuerzo batir.
- Para quién está indicado: personas que necesitan batir una pequeña cantidad muy rara vez.
Batidoras de pie o inmersión: Es
la clásica batidora de cuchillas presente en la mayoría de los hogares. Con ella
se han hecho siempre los purés, las mahonesas, los gazpachos… Pero ahora los
modelos más completos también incluyen accesorios para batir, montar y picar. El
accesorio más útil es el picador, ideal para pequeñas cantidades. Las varillas,
aunque son muy útiles para montar nata, claras o hacer bizcochos ligeros, son
demasiado finas y endebles para batir eficazmente, por ejemplo, los
buttercreams. Si ya tenéis una de éstas por casa con sus accesorios, siempre se
le puede sacar mucho partido, pero si estáis pensando en comprarla para hacer
únicamente repostería es mejor optar por un robot de cocina
amasador.
- Lo que me gusta: lo mismo te sirven para un roto que para un descosio, son los reyes de la cocina.
- Lo que no me gusta: las varillas son muy endebles para darles un gran uso en repostería, y si tienen muchos accesorios pueden llegar a ser muy aparatosas.
- Para quién está indicado: personas a las que les guste cocinar todo tipo de alimentos.
Batidoras de vaso:
en principio, esta máquina no tiene mayor uso en repostería, pero sí puede ser
útil para hacer ciertas cosas como el azúcar glass casero y
otras tareas como hacer purés, batidos o bases
de helados. Dependiendo de vuestras necesidades, es muy posible que no la
necesitéis y que la mayoría de las tareas las podáis hacer o bien con la
batidora de pie o con el
robot de cocina amasador.
- Lo que me gusta: son geniales para trabajar con líquidos.
- Lo que no me gusta: su uso está restringido a cosas muy específicas.
- Para quién está indicado: principalmente para los amantes de zumos y batidos.
Batidoras de mano o batidoras amasadoras: son las batidoras ideales para
repostería. Los
modelos básicos tienen dos varillas rígidas para montar o batir, no sólo nata y
claras sino cualquier tipo de masa ya sea buttercreams, cookies o frostings, y unos ganchos especiales
para amasar a los que, honestamente, yo encuentro muy poca utilidad. También hay
modelos que incorporan una base sobre la que se monta la propia batidora para
que trabaje como si fuera un robot de cocina amasador, pero que en realidad,
sólo imitan el aspecto de éstos y no su funcionamiento ni su eficacia de batido
y mezclado que sí se consigue plenamente cuando se utilizan sin la base. Tener
una de éstas es siempre una muy buena inversión, ya que os permitirá trabajar
con cantidades pequeñas o directamente sobre el fuego cuando la receta lo
requiera. Como se trata de una batidora de mano es muy importante prestar
atención, a la hora de comprarla, a detalles como el peso y un buen diseño
ergonómico para que trabajar con ella no sea incómodo. Pero también hay que
fijarse en la potencia, el ruido y el juego de velocidades a las que
trabajan.
- Lo que me gusta: son geniales para trabajar en cualquier sitio, en un bol, en el fuego, etc.
- Lo que no me gusta: si no eres un amante de la repostería, alto riesgo de abandono junto al resto de cacharros que nunca se usan
- Para quién está indicado: para quienes adoran la repostería y se pasarían el día preparando magdalenas y bizcochos.
Robot de cocina amasador: estos son los robots de cocina específicamente diseñados para su uso en pastelería. Siempre figuran entre los aparatos más caros que se puede comprar para utilizar en repostería. Vienen a ser versiones domésticas de las enormes amasadoras, mezcladoras y batidoras que se usan en los obradores. Hay cierta variedad de marcas y modelos con mejores y peores calidades, diseños más o menos atractivos y con toda clase de accesorios pero, contrariamente a lo que se suele pensar, no hacen ni mejor ni peor trabajo que el que pueda realizarse con una buena batidora de mano. Lo único que las diferencia realmente es que mientras los robots trabajan sin necesidad de sostenerlos, las batidoras de mano hay que sujetarlas manualmente, pero la gran desventaja es que los robots de cocina no trabajan bien con cantidades muy pequeñas. Por eso, aunque se tenga un robot de cocina, siempre es conveniente tener una batidora de mano como respaldo para cuando se requiere hacer pequeñas cantidades o para no estar obligado a hacer más cantidad de la que se necesita, como muchas veces suele ocurrir.
Comprar un robot de cocina de este tipo es una inversión importante y no es una compra razonable ni práctica si no se trabaja con cierto volumen o no se le va a dar un uso continuado. Pero, si realmente necesitáis una amasadora de este tipo para vuestras tareas de repostería, tened en cuenta que no todas son iguales. Nunca las compréis por su estética o popularidad sino por su capacidad de trabajo. La primera cosa en la que hay que fijarse, por tanto, es la potencia y el rendimiento, para no llevarse el disgusto de “fundir” la máquina cuando se la someta a tareas intensas. La potencia de estas máquinas puede variar enormemente (desde los 300W hasta los 1500W) y, aunque no lo creáis, esta variación no siempre está relacionada con el precio. Otro elemento clave de estos robots de cocina, es la manera en que se administra esa potencia. Las que tienen reguladores con velocidades progresivas o funciones como el arranque lento permiten tener más control sobre la administración de la velocidad aplicada a las masas de acuerdo con cada situación. Por último, la capacidad máxima (y mínima) del bol también hay que tenerla en consideración en función de las cantidades y volúmenes con los que se quiera trabajar para determinar entre que modelos elegir.
- Lo que me gusta: son el compañero de trabajo ideal para cocinar grandes volúmenes de dulces.
- Lo que no me gusta: en ocasiones no incluyen muchos accesorios que hay que comprar por separado.
- Para quién está indicado: para quienes adoran la repostería y se pasarían el día preparando magdalenas y bizcochos.
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